sábado, 9 de julio de 2016

ACTUALIZANDO NOTAS REZAGADAS (01)

TEATRO PARA TODOS LOS GUSTOS: SHEKSPIRE

La dicotomía existente entre «teatro de arte» y «teatro comercial» parece estar siempre en el tapete de lo que preocupa al teatrista. Ya hace tiempo uno de los grandes teóricos como lo ha sido Peter Brook en su libro El Espacio Vacío, calificó una cierta manera de hacer teatro cuyas formas y conceptos establecía con palabras más o, palabras menos ese tipo de expresión escénica.

Y ello es algo que se constata con fuerza dentro del quehacer de muchos grupos y compañías teatrales de esta urbe. Ese tipo de teatro que, por una multiplicidad de factores asumen el riesgo de trabajar, versionado o adaptando de forma chirriante, el teatro de arte o peor aún, los clásicos universales o contemporáneos.

Es mal ese teatro evasivo que una vez un crítico denominase como: “cólico” que traduciría como “comedia ligera comercial” pero, que entraba paralelamente en coincidencia con la preocupación conceptual de Brook; es decir, que parte significativa de lo que sostenía se constata en parte de la cartelera de arte y espectáculos de esta urbe parece sostenerse sobre el “teatro de diversión”. Un cierto tipo de actividad que siendo trabajada sin riesgo de manejo de sus contenidos y de sus exigencias, tendían a trivializar, banalizar y buscar el facilismo en lo que se producía y que no le importaba un comino en lo que fuese su mensaje o el tipo de mensaje que se debía emanar. La realidad de ese teatro banal, superfluo, exterior y solo lleno de algún elemento gancho (un histrión mediático o un título harto conocido por todos) solo pretendía buscar el efímero éxito y sobre todo, la mayor retribución económica producto de la taquilla..

Cuan cierto estaba en sus reflexiones ambos pero sobre todo, cuan válido sigue siendo la reflexión brookiana en este aspecto en nuestros días. Ello, quizás haya sido un aspecto que de alguna u otra forma catalizó el interés de la joven y emprendedora escritora de teatro, Ana Melo quien logró sustanciar un texto dentro del género de la comedia para proponer parte de esos aspectos.

Con la presencia en La Sala La Viga del Centro Cultural Chacao, con las ingeniosa capacidad de unión inter grupal gestada como coproducción de los colectivos Teatro de la Noche y Grupo Teatral Repico, asumir concretar la puesta en escena un proyecto titulado: Shakespeare para Todos.

Bajo la compacta pero con ese eficaz sentido de síntesis, con habilidad para sacar el máximo potencial de la plantilla actoral conformada por la gran Eulalia Siso, y de Kevin Jorges, Jesús Nunes, Mónica Quintero, Juan Bautista, Arianna Savio y Simón Fermín quienes se entregan con toda su experiencia y sentido de lo teatral para hacer teatro en el teatro, logran con mucha eficacia, maximizar una honda reflexión llena de humor corrosivo y plena de un retruécano indirecto a aquellos mercenarios del arte teatral que solo buscan lo fácil o peor, medrar del arte para fines inconfesables.

Teatro con capacidad de servir como indicador que el arte escénico no puede ni debe estar en manos de mercenarios. Es una crítica feroz aunque el público ría cuando ve cómo dos funcionarios del estado, deciden montar uno de los textos más emblemáticos del bardo isabelino como lo es Romeo y Julieta. Y, para colmo apelan a que el director sea un carpintero. El final, lleno de ironía. Los tiros saldrán por la culata.

Ese teatro mal llevado muy llevado al “teatro de 15 minutos” contendrá una sintonía opuesta en la recepción del público y en consecuencia, la rabia de quienes creen que manipulando el arte, creen que el clásico, es algo que sirve para todos.

Sobre esta propuesta, tanto Trum (apoyada por Juan José Martín) lograron un trabajo encomiable. La calidad de lo visto, fue inobjetable: un diseño de vestuario ingenioso, hecho con materiales reciclables producto de la creatividad de Joaquín Nandes; la sobriedad escenográfica de Oscar Salomón y la compacta iluminación dada por la propia directora, logró en una hora, exhibir un “Shekspire” agudo y feroz en lo que conlleva como carga de crítica.

Lo jocoso se las trae, pero en sí apuntó con tino a mostrar el revés de la moneda de lo comercial y decirnos que, el teatro nuestro de cada día, si puede tener esa función de poner las íes en su lugar. ¡Altamente recomendable!

Nota publicada en El Mundo Economía&Negocios / marzo 2016