viernes, 14 de noviembre de 2008

XXVI EDICION DEL FESTIVAL DE TEATRO DE OCCIDENTE: GUANARE, 2008 (VI)

SEXTA MIRADA: OPINIONES E IDEAS La dinámica de la XXVI edición del Festival de Teatro continúa de forma como su propio lema lo sintetiza: “Un Festival en movimiento”. No ha habido situación como mal tiempo o aspectos técnicos que intervengan en postergar o afectar el normal desarrollo del mismo. La concurrencia –que paga sus entradas, cosa inusual en otros eventos- respalda con fe y credibilidad para un evento ya posicionado más allá de los linderos geográficos portugueseño. Un festival que el Estado deberá tratar con más cuidado debido a que son pocas las auténticas vitrinas donde no solo se crea la circulación / exhibición del producto teatral nacional (y a veces, internacional) sino que se produce acciones de intercambio, difusión, formación, crítica, presentación de impresos teatrales, mesas de trabajo de variada índole y por supuesto, ese contacto franco y directo con el público y los artistas / grupos que participan en esta fiesta del teatro llanero. Dentro de la continuidad de lo que este “espectador especializado” ha ido cotejando, puedo expresar como corte preliminar que la calidad de la vitrina ha sido algo heterogénea. No ha habido un punto álgido respecto a uno o varios espectáculos que expresen con claridad meridiana hacia donde está discurriendo el proceso de creación nacional. No es lo mismo que exista el apoyo de la Compañía Nacional de Teatro con su proyecto, “Teatro para todos los venezolanos” donde hay una intención univoca de generar un salto cuántico sobre lo que debe ser un apoyo tanto en lo económico / logístico sino que también debe profundizarse los niveles de respuesta en aspectos como conceptualización de la propuesta y manejo técnico- artístico del grupo sino enfatizar que se debe y no se debe concretar en la escena. De lo visto como co-producciones me ha dejado la particular sensación que esto último debe ser más estudiado, que se considere el horizonte de expectativa del público a quien se dirigirá el producto final, que haya ciertas líneas de trabajo más transparentes entre los directores, actores, productores (del grupo y de la CNT) y el medir en la población donde está inserto el grupo / colectivo si ¿será esa el tipo de producción y manejo artístico que desea confrontar? Es claro que aun es temprano para demandar esto, pero es tentador pensar que, para el venidero ciclo del proyecto que sistematiza la CNT, haya más consonancia entre lo que se habrá de apoyar como producciones, la viabilidad de determinadas puestas en escena y, tener el cuenta, la opinión del tercer grupo: el público, quien a la larga, será el gran juez de toda esta excelente iniciativa. LOS DIABLOS DE NAIGUATÁ Otra de las Co-producciones expuestas por la Cía Nacional de Teatro fue la que articuló el grupo Cuenta Peregrino quienes bajo la dirección de Cruz Noguera, presentaron en espacios comunitarios de la ciudad de Guanare, su trabajo titulado “Los Diablos de Naiguatá”. Con base investigativa sobre esta singular fiesta tradicional popular radicada en la costa central, es específico, la población mirandina de Naiguatá donde por décadas se ha conformado una cofradía que funde los valores paganos con los religiosos católicos en ese rico sincretismo que marca a buena parte de nuestras tradiciones, el ojo escrutador de Noguera avistó un filón que podría ser validador para conjugar un trabajo multidisciplinario donde música, danza, audiovisual y actuación se proyectase hacia la recepción de potenciales espectadores radicados – o no- en el contexto geográfico donde vive y vibra lo festivo de esta manifestación, como punto exaltativo que lo local puede tener vigencia como trascendencia en otros ámbitos de nuestro país. La lectura se acentuó como acercamiento de tomo esencial a fin de colocar el color, sentimiento, fervor, sentir y alcance de esta expresión festiva popular que tiene muchos elementos teatrales en un formato narrativo donde lo teatral quedó desplazado y lo coreográfico documental pareció tener fuerza preeminente. Los aspectos como el canto, lo anecdótico de la historia, el juego visual derivado de la vestimenta e, incluso, la recreación escenográfica se impusieron a que debió ser lo medular de la teatralización de ese aspecto de la religiosidad (ceremonial) de esta tradición. Noguera no supo darle coherencia a las unidades. Pareció faltar un elemento comunicante entre cada aspecto de la puesta y aparte de los baches de ritmo, la debilidad actoral para asumir con más prestancia este trabajo una composición que pueda calificar de contundente y provocador en el sentido de magnetizar el interés de seguirla espectando con buen interés. La misma participación de dos buenos histriones en el campo “minimalista” de lo oral como lo son el mismo Cruz Noguera y Somar Toro, quedaron evidenciados en estar muy exteriores, que su potencia con la palabra quedo corta, que las técnicas de sugerir, indicar y generar convenciones para que sea el espectador quien cierre con concluya una imagen, quedó, francamente, a mitad de camino. "Los diablos de Naiguatá" deberá contar con más revisión, con más decantamiento desde todos los ángulos que lo conforman como espectáculo. Si se desea que haya poesía dentro de lo narrativo pues tendrá que verse cual es la incidencia de lo visual tecnológico sobre ello y evitar que no se derive hacia una frontera cuasi documentalista. Se debe acentuar la respuesta histriónica para conformar una unidad significante con más densidad de proyectarse desde el espacio. Que lo coreográfico quede más precisado. Que lo lumínico sepa coadyuvar a generar esas atmósferas entre sueño / realidad para la evocación de lo ceremonial de esta manifestación tradicional. En fin, siento que si se sigue puliendo, es incitante intuir que se podrá tener un espectáculo que pueda estar presente en otros eventos internacionales con todo el rigor artístico y técnico que un trabajo de esta naturaleza conlleva. Paso a paso se seguirá. Cuenta Peregrino ha sido un colectivo serio, eficaz, trabajador y tozudo en su intención de tener propuestas dignas. Si la CNT les vuelve a apoyar solo se tendría que considerar que tipo de trabajo es que esté en consonancia al espíritu de este colectivo y que, no se deje atraer hacia derroteros que puedan desvirtuar su sino creador.