martes, 16 de noviembre de 2010

IDOLOS MEXICANOS PARA NO OLVIDAR

Para la realidad del Festival de Teatro de Occidente que siempre contó con el apoyo / patrocinio del Estado sea bien a través del CONAC, Vice Ministerio de Cultura y luego, del Ministerio de Poder Popular para la Cultura esté año 2010 ha sido toda una odisea. Y afirmo ello - porque si mal no recuerdo porque históricamente cualquiera de estos entes gubernamentales ha apoyado a través de créditos especiales o del consabido subsidio cultural buena parte de los eventos tipo vitrina (léase, Muestras, Encuentro y Festivales de Teatro) del país. Este año, de forma particular, ello no fue así; las consecuencias, un FTO-2010 que no acusó el golpe sino que prosiguió, levantó telón y contó con el invalorable apoyo de entes culturales locales como del Gobierno Regional del Gobernador Wilmar Castro Soteldo por medio de ICEP, del gobierno cultural yaracuyano a través del ICEY y del Instituto de Cultura de Portuguesa, de las Alcaldías de Iribarren y de San Felipe, del Instituto Autónomo de Cultura del Estado Barinas, de la Corporación Portugueseña de Turismo entro otros y en especial, del público quien asume su compromiso con una festival que es parte de su patrimonio artístico y cultural y sobre todo, de la inquebrantable fuerza moral de todo un equipo humano, técnico, logístico y de apoyo que, sumaron para no restar, dando sin recibir pero aunados a fin que si la lanza fue quebrada por algún jerarca con oscura aspiración de dividir y acabar, pues lo que es decisión de un soberano siga en pie. La cultura popular tiene amigos a montones pero a la hora de la chiquita, los amigos de la cultura son los que estarán al frente de los retos para que el reto de proseguir en el camino sea algo contundente. Tomaré las propias palabras del organizador quien en forma sumaría acierta en la esencia de lo arriba expuesto cuando en las palabras de bienvenida dice: “Hay un apoyo de incalculable valor, que aun en los tiempos más difíciles, en aquellos donde esa temerosa palabra aparece, “Suspender”, nos detiene y nos hace continuar, el público, esos hombres y mujeres, niños y niñas de a pie, que pleno los espacios donde nos citamos. Es que esta palabra de gran contenido romántico, “cita”, cabe perfectamente, porque este festival, encuentro, o cita, es un hecho de amor, de compromiso bonito, entre todos los que queremos construir un lugar donde se pueda amar, vivir y trabajar en paz” Por eso el trabajo con la pasión deben unirse en un doble fin: el teatro y el público. En este marco de fiesta del FTO-2010, el día domingo 14 de noviembre en la Sala “Federico Collado” del Complejo Cultural “Hernán Lejter” de la ciudad de Guanare (Edo Portuguesa) la fiesta del teatro centro occidental que organiza Carlos Arroyo, pudo presentar a la primera delegación foránea dentro de lo que la vitrina de la “Atenas de Venezuela” cuya performance era esperada con ansiedad. El espectáculo mexicano intitulado Vacaciones en el Purgatorio (celebrando con el público guanareño su centésima primera función) por parte del colectivo Arte Estudio Producciones bajo la sintáctica mirada en la puesta en escena de Marcos Vargas (director) y las solventes como articuladas caracterizaciones de dos actores con perspicacia técnica, agudeza con el género (teatro de tipo comedia y con mucho de canto en vivo) y ese plausible guiño de saberse acoplados uno en el otro y sin nunca perder la vista comunicativa con el espectador. Este par de excelentes actores son Luís Carlos Wong (interpretando al actor y cantante, Pedro Infante) y Frank Rodríguez (asumiendo el rol del cantor Jorge Negrete) figuras icónicas de la cultura popular tanto en la radio, cine y medios en lo que podría denominarse la época dorada del espectáculo del hermano país. Un homenaje lleno de nostalgia, de rememoración a que estos hombre - artistas que están en el subconsciente colectivo latinoamericano y que mientras haya culto a la buena música / cine en este continente donde todos de alguna u otra forma sabemos cuales son nuestras raíces y coincidencias culturales sabremos que no se puede dejar morir el recuerdo de estos creadores ya que son pueblo que hicieron lo suyo por el pueblo y el pueblo los idolatra más allá de los cambios de moda, estilo y efectos globales transculturizadores. Dos actores que siguiendo una pauta de imágenes sobre estos personajes están colocados en una especie de purgatorio a la espera que la inmortalidad celestial les haga elevarse al panteón de otras celebridades. Al tanto, su fraterna rivalidad, su pasado personal, sus éxitos y logros se contrastan, funden y rechistan para que lo opuesto sea una sola moneda dramática siempre con el guiño que la comedia y un toque de crítica social sazone su espera. Es la gran anécdota de un país que amamos como latinoamericanos y nos reflejamos en ellos por ser parte de semejantes alegrías y sufrimientos. Un trabajo actoral impecable. Una puesta sin artificios exagerados y una síntesis de historia que no solo la actual generación que sabe de ellos sino padre y abuelos la vivieron con deleite. Producción que contó con el guión de Ángel Méndez con bajo presupuesto para estos charros trasciendan en tiempo espacio y ganarse la gratificación inmaterial de una platea que les reconoce que el buen teatro no debe estar edulcorado con artificios y ni exageraciones. Teatro de la palabra, la imagen y la acción que expresa. Si Pedro y Jorge están aun en el purgatorio con cada aplauso ganaran puntos para que hagan el milagro de no ser santos áureos artificiales ni deidades desechables con el pasar del tiempo sino auténticas estrellas fulgurantes en el cielo del recuerdo de todos. ¡Salud por este soberbia propuesta!