domingo, 23 de octubre de 2011

UN TIEMPO DE ESPERA

¡El receso ha sido largo! La mirada de este oficiante sigue estando sobre la escena venezolana aunque sesgada sobre las tablas de esta urbe. Si bien no he emitido análisis, opiniones y críticas desde el pasado mes de mayo de 2011, si es cierto que el ejercicio del ver, me ha ido permitiendo mantener el cotejo y la comprobación del ¿cómo va operando la dinámica de grupos, compañías, dramaturgos, obras, directores, actores, diseñadores, realizadores e, incluso, del público? De igual modo, he estado atento para seguir verificando: ¿qué resortes se activan o desactivan dentro del hecho institucional teatral sea este público, privado o independiente? La razón es simple como sencilla: ¡no siento premura por emitir pronunciamientos por acometer el gesto superficial que impone la nota crítica. Entiendo que esta es vital para algunos; también fundamental para grupos que requieren de una validación dentro de sus dossiers con lo cual se pueda exhibir ese pronunciamiento ante una institución o un festival en ciernes. Pienso que escribir y asentar memoria es algo más que eso; es puntualizar los aspectos internos y hasta complejos de una práctica llamada "teatro venezolano" y que la obligante memoria debe estar ligada a responder a criterios investigativos como reflexivos más acordes a la noción de la nota fugaz que concatene una postura inmediatista. Lo fugaz de estas notas no ayuda a darle corpues de fortaleza a la opinión sino que responde un cierto "hedonismo crítico" que no comparto en opros compañeros de oficio. Por tanto, elevo disculpas a las decenas de hacedores / creadores que aguardan por unas líneas / párrafos tras este blog. Ando macerando más la visual en lo que es la confrontación platea - escena. En su momento, expondre mis enfoques a lo que he ido reflexionando en torno a la actual práxis teatral (por lo menos de la capital) que he constatado y verificado en el proceso de producción, circulación y consumo del hecho artístico escénico. Mi proceso personal en ese delicado estado de la recepción / reflexión me lo demanda.