martes, 15 de noviembre de 2011

¡VISUALES¡

Tras dos días de permanencia dentro de un “Festival en movimiento” como lo representa, la XXIX edición del FTO (Guanare / Edo Portuguesa) uno tiene la sensación que el tiempo relativiza las visuales y las percepciones; trato de explicarme con lo anterior, que la dinámica es ingente, ver, compartir, discutir, confrontar, analizar, cruzar criterios, participar son verbos que en el día a día crea una vigorosa red con los hacedores (as) de nuestro teatro. Lamentablemente, una permanencia corta (03 días) no me permitirá ir a fondo como en otras ocasiones de lo que esta vitrina teatral de la región centro occidental del país proyecta para quienes amamos profundamente este oficio. En el ínterin del día Lunes, constate dos experiencias escénicas: una, ofrecida en la carpa Cacao situada en el sector Los Próceres de Guanare a las 7:00 pm, gracias a la presencia del grupo ecuatoriano Teatro del Cronopio en co producción con la agrupación Des acuerdo Teatro quienes exhibieron su propuesta de carácter poético, La revuelta de los idiotas fandango Angelical un trabajo concebido a seis manos entre las actrices Yasnia Vivanco y Andrea Moreno y el director del colectivo, Guido Navarro. Otra, concretada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela, A.C, que acertadamente ha dirigido el maestro Alberto Ravara desde 1993 y quienes sustanciaron en los espacios de la sala que lleva el mismo nombre de este incansable promotor / director, en el complejo teatral Herman Lejter, su visual de trabajo teatral: ?Quién nos robo esta batalla? del gran dramaturgo venezolano del siglo XX, César Rengifo (1915 -1980). Dos experiencias que, desde el punto de vista son ángulos para situar parte de los que los teatristas nacionales o foráneos, muestran en uno de los pocos ámbitos de confrontación venezolanos. Tentativamente, dos producciones que su concepción conceptual, conformación de producción, resolución artística y recepción fueron dispares en lo que fue una de las sesiones de este FTO-2011. Por este espacio solo comentaré uno de estas producciones. LA REVUELTA DE LOS IDIOTAS. FANDANGO ANGELICAL Provenientes de Quito (Ecuador) nos llega el mancomunamiento de los colectivos Teatro Cronopio / Des – Acuerdo Teatro cuyas trayectorias suman en bloque casi tres décadas de actividad investigativa y escénica. Su búsqueda y significado de estar sobre la escena está delineado en palabras de su director, Guido Navarro al comentar en una entrevista: que son “un teatro ligado a lo fantástico, a lo cotidiano a personajes”; por ende, buscan ligarse a la realidad desde de una acentuación que descansa sobre la creación colectiva como en la conformación de una conexión espectáculo – platea (si ese es el caso) que tiende a descansar sobre la labor compositiva / interpretativa de los actores / actrices. Su línea entonces ha sido percibida por otros críticos como “teatro gestual” y sin embargo, coincido con que hay rasgos definitorios de aspectos “visuales” y conceptuales que hilados en una estética propia, hace que el todo como unidad significante sea decodificado por el espectador. Poético metafísico, “fantástico” o irreal, responsable “cotidiano o incisivo connotar de subyacencias de metáforas que hablen de otros niveles de lo que es la relación hombre / mundo interior cósmico quedará para aquel que desee, nadar en profundidad con sus búsquedas creativas. Con la experiencia visualizada de La revuelta de los idiotas hay que colocar lo que ellos mismos entienden como su trama: “”En la obra, encarna a Eros Maldonado, según la mitología griega Eros, era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad, pero en La revuelta de los idiotas: fandango angelical, es un ángel expulsado del cielo por no cumplir con sus funciones de la zona administrativo y llega a la tierra, perdido. Caen a un cabaret y allí deben pasar varias pruebas para recibir un castigo y poder regresar al cielo, pero a lo largo del tiempo se van adaptando”. De ahí en adelante, el espectador irá hilando no solo lo que percibe como peripecias de los personajes simbólicos (Eros y Thanatos o sus equivalentes en jerga coloquial la representación del amor, el sexo o la atracción sexual y de la muerte) que en toda existencia humana acentúan el devenir del ser. ?Mordaz metáfora para incidir sobre la dimensión de comportamiento de los seres humanos en sociedad en este tiempo? ¿Reflexión suspicaz sobre algo metafísico donde las expectativas del artista creador busca colidir en algo más contundente que haga pensar a quien es receptor de esta indagación textual / espectacular?, son solo un par de interrogantes que podría sacar de la chistera mental para especular de lo confrontado y sin embargo, comprendo que puedo estar a años luz del objetivo medular de este singular trabajo. En todo caso, la base de estructura dramática del texto y su articulación estético conceptual en lo propio de lo espectacular, estaba en franca sintonía. No soy de tipo de espectador que se solaza o disfruta de estas búsquedas ya que soy más partidario de indagaciones sobre el género del drama o la comedia; pero eso es mi gusto y la percepción es una cosa y lo que el colectivo ecuatoriano nos propone. Ello lo valoro y respeto. Incluso, el terrible trance de estar en un espacio nada acorde a lo que debía ser espacio de representación (una carpa de circo que distanció la cohesión de significación / sentido que pudiese haberse gestado desde un espacio convencional –sala a la italiana– que afectó totalmente la respuesta del elenco, y no medularmente por el espacio sino por el mal comportamiento del público que literalmente saboteó la respuesta de estos artistas) que, por su nivel demandaba una asertiva demarcación espacial. Así son las cosas y así son los resultados. La partitura plástica enmarcó una base al trabajo histriónico que tenía que jugar bien las cartas de lo simbológico y connotar estructuras de diálogo para que la respuesta “estúpida de esos ángeles” acoplase una linealidad comunicativa más consistente ante la precariedad espacial donde les tocó ejercer su acto de exhibición. La respuesta histriónica con todos los pormenores vivenciados, fue aplomado, lleno de coraje, conscientes que era “feroz” como duro ante una multitud que no entendía que el respeto era fundamental para crear la comunión de un correcto esfuerzo interpretativo. Mi aplauso a ellas (Yasnia Vivanco y Andrea Moreno) que lucieron atinadas en cuanto a su ritmo interno y sin caer en la insultante provocación de una masa receptora que jamás supo otorgar tregua al hecho ceremonial creador de estos artistas de la hermana república del ecuador. Espero que los organizadores del FTO –2011 puedan concertar en conjunto con Navarro una nueva posibilidad de ofrecer otra función con elementos más idóneos en función de un mejor resultado espectacular. ¡Así sea!