jueves, 7 de junio de 2012

TEATRO DE OESTE A ESTE

Es osada cualquier afirmación que pretenda decir que en Caracas no hay teatro. En sus casi cuatro puntos cardinales se constata tanto las carteleras como en las marquesinas de salas e instituciones del Oeste al Este que le escénico teatral teatro en sus distintas expresiones pone en aprietos al consuetudinario espectador que decide asistir expectar lo que se exhibe para niños como para adultos cuando tiene ese tiempo para asistir a algunas producciones promocionados en el rango temporal que va de jueves a domingo. Y si no hay un Festival no declaro pareciese que tuviésemos uno en bajo perfil: de teatro comercial ligero a teatro de arte, de teatro universitario a teatro de calle. Hay para todo gusto y expectativa.

Lo bueno de la oferta es parece consolidarse y que existe un criterio de cobrar un boleto tanto popular y hasta con precios un tanto subidos de tono. Lo malo son los marcados desniveles de calidad artística en algunos y la precariedad estético conceptual en otros. La aceptable es que he constatado que los caraqueños afluyen poco a poco a disfrutar de las respuestas de nuestros hacedores de sueños. La necesario es que se siga manteniendo espacios convencionales y no convencionales apoyados sea bien por entes gubernamentales o municipales y que la empresa privada vigorice con su patrocinio esta labor. Lo que importa es siga fortaleciéndose esta actividad cultural y que la misma pueda exista con dignidad y que sea el público quien a final de cuentas decida que se mantiene o no a la hora de buscar arte y entretenimiento.

Bla bla bla Discurso Tóxico.

Un montaje expuesto en la Sala Horacio Peterson de la Unearte por Amentia Teatro de la obra “El cepillo de dientes” del dramaturgo Jorge Díaz, versionada y dirigida por J. René Guerra. Propuesta que supo insertase dentro de este espacio experimental a fin que la agudeza de un texto que discurre sobre la “insoportable” rutinización de la vida conyugal permita generar en quien la pudo disfrutar otras perspectivas sobre los insondables vericuetos de la incomunicación que un matrimonio puede transitar o no.

Apostando a una puesta semicircular, con afirmación de elementos no verbales (revistas o utensilios domésticos) para crear rupturas y enfatizar desencuentros y situar otros niveles de significación para el espectador y con acento en una atmósfera tormentosa con pausas de tensión pero siempre tirantes aun cuando vayan in crescendo, la búsqueda de un ritmo escénico resultó impecable. René Guerra apuntaló un montaje dinámico, atrevido y con excelentes momentos de crudo humor y satirización de cómo lo cotidiano de una relación conyugal puede caer de la desensibilización a la ruptura de sus acuerdos por no saberse entender. Personajes que rozan el absurdo de la atomización que se saben manejados como marionetas de la circunstancia donde están insertos siendo el concepto de la danza teatro soporte que ayuda a proyectar aun más lo que las palabras, los gestos, los dejos o las insinuaciones en forma de diálogo parece estar limitadas para acentuar ese universo interior que grita otros niveles de insatisfacción. He ahí que el público ríe al mismo tiempo que en su fuero interno piensa más si va acompañado de su pareja.

Trabajo bien sostenido por el brillo histriónico de Delbis Cardona y Eliana Santander quienes dieron respuestas de alto nivel artístico, profesional y lúdico escénico. Supieron leerse uno al otro y saberle sacar partido a la relación con la platea. Bla bla bla Discurso Tóxico debería estar un tiempo más en cartelera ya que es un solvente trabajo creativo

Publicado en
CiudadCCs
Lunes 04.06.2012