viernes, 11 de enero de 2013

BALANCE MUESTRA CNT 2012

Concluyó la Muestra de Coproducciones de Teatro 2012 organizado por el Centro Nacional de Teatro. Un balance preliminar arroja un sabor agridulce. Los trabajos escénicos seleccionados desde sus facetas económica, técnico- logístico, promocional y publicitario buscaron estar a la par de lo que expresaba la misma: “Teatro para todos los venezolanos”; pero lo expuesto como confrontación de grupos y directores e, incluso, de diseñadores, realizadores y plantillas actorales del país hacen que emerja una preocupante pregunta: ¿Cómo se seleccionó esta Muestra?

Las propuestas de interés sitúan una diversidad de factores intra y extra teatrales que van de la exploración de temas y tramas a historias de vida, de apelar a la revisión histórica o ir a versiones de importantes obras latinoamericanas; de indagar sobre el espacio convencional o pulsar el territorio de la calle con fines de conectar una visual a veces ortodoxa, a veces disímil con el espectador. Otro segmento alertó un hecho preocupante sobre la labor de algunos directores frente a grupos poseedores de inocultable trayectoria en el país o que prosiguieron su reto de proyectarse al lado de sus colectivos. Hay elementos difusos que merecen ser analizados a rigor para saber ¿Cuál es la salud del teatro de las regiones?

Muestra disímil porque evidencio fortalezas y debilidades de una parte de sector escénico regional; contrastante porque contrapuso la imperiosa necesidad de edificar más la profesionalización del teatrista regional y que no se mide solo a través de un proyecto. Se debe quizás lograr encuentros dialécticos entre los pares y generar una polémica constructiva porque, quiérase o no, debe haber un real reacomodo hacia el interno todos los colectivo una vez que sepan que fueron seleccionados para exhibir tal o cual trabajo.

El público en su contacto les expresará si están a tono con las expectativas del tiempo o, por lo contrario, crean dudas al ser cotejados con espectadores de otros lares (la capital, por ejemplo) que son receptores distintos socialmente del lugar donde se gestó – proyectó el espectáculo. La mirada de la crítica y de un público poco habituado a ver sus derroteros no es la razón que les exprese si fueron o no asertivos en sus búsquedas pero cada producción puede encerrar un apoyo llano o recibir un aplauso tibio que termina por convertirse en indicador que lo visto no logró convencer.

Hay mucha tela que cortar en lo visto. Se espera que termine de optimizar los criterios de selección de grupos y proyectos a fin que los niveles de calidad se realce. Factores como la nivelación de respuestas artística actoral debe ser revisado por el ente auspiciante a fin de crear el fortalecimiento del instrumental del histrión en cuanto al uso de voz y dicción, expresión corporal y de construcción del personaje. Debe exhortar una política a que se trabaje y escenifique la dramaturgia nacional que daría un entronque medular con lo nuestro en vez de promover lo foráneo, claro está, ello no implica que tal política tenga un sentido excluyente sino de reafirmar que en Venezuela hay una veta de textos pocas veces considerados. Hay que ver como se entronca más profundamente los valores de la cultura popular y tradicional dentro de proyectos que hagan identidad. Hay que darle correlación efectiva para que sean recepcionados como elementos dinamizadores del hecho escénico pero siempre cuidándolos en todas sus formas y no mostrarlos como adornos sin una sintonía con lo expresivo. Se debe tener decantar la eficacia del trabajo de dirección en cuanto a ¿qué asumir como proyecto?. e integrarlo dentro del intercambio de saberes con otros colectivos y ahí la validación de estas experiencias para estimular una sólida avanzada en materia de creación en las regiones. Finalmente, hay que romper más con la especialidad a la italiana conceptualizando los espacios sociales y promoviendo ámbitos donde diseñadores / realizadores coadyuven un real apoyo de otros compañeros en su crecimiento como profesionales.

Se valora de la muestra a Delta Amacuro (Mis días en Paita); Sucre (Sirenas y mariposas); Portuguesa (La colección del peregrino); Lara (Páramo); Miranda (Sangre); Falcón (Lo que dejó la tempestad); Trujillo (Pluto o la riqueza); Zulia (Bifronte); Yaracuy (Íntimamente Zárraga) y Táchira (Profundo). Se espera que II Muestra de 2013, exhiba mayor fuerza artística, mayor coraje creativo y una relación de selección más estricta a fin de que este proyecto cuaje firmemente en la ecuación creación, circulación y consumo del hecho escénico nacional.