Este excelente trabajo basado en la dramaturgia de la novel dramaturga Naya Jiménez y exhibido el pasado sábado 15 y domingo 16 de junio en el Teatro Nacional, fue elaborado a partir de cinco monólogos breves cuya línea argumental se inspiraron de las cotidianidades de seres anodinos que, ostentan la agudeza de lo existencial. Plenos de humor en sus cosas y a la vez salpicados con aguzada ironía con zahirientes toques de elementos existenciales que la dramaturgia de Jiménez visualizó de las zonas invisibles de hombres y mujeres que tienes algo en común que es reflexionar sobre sus vidas. Hay pues, claves cercanas que a todos nos toca, nos hacen reír pero que, en el fondo, sabemos plenas de esos rictus de dolor, frustración o anhelos congelados por deseos que apremian o, por intangibles necesidades que, esperamos nos cambie la vida.
El espectáculo lucidamente dirigido por una de las actrices más queridas de las tablas nacionales como lo es, Nattalie Cortez –quien se mostró sagaz y profesional con esta, su ópera prima en materia de dirección. Supo entender con claridad, los retos que las tablas impone. La confección de una puesta en escena dada hiló con frescura las distintas partes que constituyen a Postdatados. Un espectáculo que arrancó con el preámbulo cuya connotación alude a una introspectiva inflexión sobre el asunto de la espera que toda mujer u hombre podría tener en la vida.
Seguidamente, se hila en secuencias, “Pabellón” donde la visual de espera de un personaje femenino quedó salpicada de humor ácido gracias a las performances histriónicas de la dupla, Matilda Corrales y Alexandra Vivas. Luego, la parte monologal “Nosotros” donde Teo Gutiérrez asertivamente y con buen talante, explora las vivencias de un esposo primerizo que diserta sobre ese tránsito del ser masculino en pos de ser futuro padre y saberse “embarazado”.
De ahí, prosigue el fragmento (el mejor de la pieza desde mi óptica) titulado “Margaret" desde el cual el brillo de composición actoral que le dio Matilda Corrales a lo que a cualquier ama de casa de nuestra cotidianidad que, desde su personal anonimato puede tener la aspiración de convertirse en alguien distinto, como por ejemplo, una glamorosa actriz que deje de lado, hijos, esposo y rutina. Es ese ser o no ser cuasi hamletiano del día a día donde los sueños se confunden entre la pasividad sumisa y el ansia de ser un alguien relevante. Matilda Corrales lució sencillamente, fabulosa en cuanto a su construcción de personaje polivalente, lleno de gags orgánicos y con dúctil eficacia en el trabajo de voz y desparpajado con un ritmo dramático asido desde todos sus costados.
El penúltimo monólogo fue: “Lucy en el cielo con diamantes” (basada en el título de una las canciones emblemáticas del célebre grupo de Liverpool, Los Beatles) donde una sencilla ama de casa encarnada por Alexandra Vivas vuelve a lucirse cuando sitúa ese síndrome de ancestral del peligro cuando vivencia las angustias de un ocaso dominguero de playa. Como cierre a este delicioso trabajo teatral del grupo Café Teatro, le siguió el segmento “Remitido” donde un ingenuo novio, lee con romanticismo y decepción, la carta de despedida de su querida en la cual la interpretación de Teo Gutiérrez volvió a sacar con holgura, la espontánea sonrisa y aplauso al público.
Posdatados fue una de las mejores opciones teatrales del año. Esperamos que el Circuito Teatral de Caracas logren circularla por restantes teatros que, semana a semana ofrecen magníficas alternativas para el solaz de la esta amada urbe.
Junio 2013.
