lunes, 26 de agosto de 2013

DIRECCIÓN GRITADERO

Dentro de los grupos teatrales que empiezan a hacer vida sobre las tablas en la ciudad de Caracas, notamos que, algunos de ellos tratan a como de lugar hacerse sentir dentro de un sector altamente competitivo, donde las posibilidades de ser seguidos por el público y ser considerado por las instituciones culturales a fin que los programen se hace cada día más arduo. Grupos que, a diferencia de los observé hace cuestión de una década manifiestan una aglutinación de jóvenes artistas que formados o están en dicho proceso en escuelas de teatro y universidades especializadas (caso de UNEARTE) más que lo que se llegaron a conformar después de un proceso de aprendizaje dado en talleres o cursos.

No se puede afirmar a ciencia cierta si estos colectivos podrán permanecer activos y unidos dentro de cinco o diez años; sin embargo, por las experiencias vistas a agrupaciones como por ejemplo Teatro del Artilugio, Teatro de La Noche, Teatro de La Penumbra o Producciones Teatro K, han demostrado que, con perseverancia y tesón, quizás la utopía se logre.

En lo que ha sido 2013 hemos reseñado la presencia de algunos que podríamos colocárles el marbete de "nueva generación", “emergentes” o “noveles” pero hay que escrutar tras su hacer que las apariencias pueden ser engañosas. Hay colectivos con diez años o más años que aún rondan las periferias del anonimato; otros, con apenas dos o tres años y ostentan un plausible hacer de hasta tres montajes escénicos en salas comerciales.

Entonces ¿Qué los diferencia unos de otros? Tentadoras respuestas estaría como ellos han ido trabajando por llegar a diversos públicos; de forzar las barreras de la programación de entes e incidir en eso que denomino como la cartelera; incluso, saber mercadear sus propuestas; de motivar a medios, periodistas y críticos propendiendo a que haya terceras miradas sobre su hacer. Son pocas las excepciones que, una vez concretados parte de estos aspectos prosigan ensayando y planificando otras puestas en escena que hable bien de ellos y hasta sean percibidos como tenaces como audaces tras su manera de proponer a montajes de corte experimental que vayan más allá de lo estandarizados como drama o comedias y evitar el canto de sirenas por enrumbarse hacia un facilismo escénico como clave para ganar al espectador.

Un grupo que iré observando en trabajo sobre las tablas será el de Nehilid Ascensi Producciones quienes asumieron escenificar en las instalaciones del Teatro Catia –y antes, en los espacios de la Sala Arte Nativo en San Martín -, la pieza Dirección Gritadero del dramaturgo senegalés, Guy Foissy (1932). Obra que, perfectamente calza para ser asumida por artistas que desean expresar a su tiempo, una cierta fotografía de la relación del individuo en sociedad. Con absurdos y lleno de humor negro, el acento se enfatiza sobre lo cotidiano desde su propia inmediatez; sus personajes tratan de sobrevivir y para ello, el grito es alarma, desahogo, válvula que suena ante la presión que les compacta. La dirección de Nelly Ascensi en su ópera prima apeló a efectuar una resonancia lúdica con el espacio y allí colocar ante la mirada del espectador, su staff actoral que encaró la osadía de expresar un desafío al sistema.

Dirección Gritadero fue un trabajo que con pocos recursos, logró generar el público que la vio, una sensación inquietante y a la vez pensativa; ello era lo que la puesta de Ascensi buscó. Apuntalo con sus actrices y desde una perspectiva actual que la pieza de Foissy aun posee ese elemento que hace que el espectador esté atento y pueda cotejarlo con lo que vive fuera del recinto teatral. La dirección apeló a crear una atmósfera crispante sin dejar que el humor de la pieza se desagüe. Sin entrar en detalles, se aplaude la capacidad del grupo de estar unido en su compromiso y de pujar para que haya un nicho donde mostrar sus inquietudes creativas. A través de Bitácora Crítica exhorto a Fundarte y GDF como otros entes culturales (IAEM, MPP para la Cultura y de la Juventud) a rescatar espacios de pequeño o mediano formato con propósito de promover, difundir en temporadas a estos grupos Que la juventud y los grupos comunitarios estudiantiles y populares tengan donde expresarse. ¡Con políticas y acciones culturales encaminadas, todo se puede!