domingo, 11 de octubre de 2015

EL BUEN TEATRO ESTÁ EN CARACAS

El título de esta reseña, no es gratuito. Parte de la visual programática que, en materia de teatro, se programado y exhibido en buena parte de las salas y teatros de Caracas. Tan solo el haberse acercado este pasado fin de semana a los espacios donde Fundarte o el Gobierno del Distrito Capital ha organizado pautas escénicas a fin que el espectador caraqueño sea llamado a disfrutar de buenas opciones de arte y entretenimiento.

TEATRO ALAMEDA

Fundarte asumió el riesgo de la producción de un espectáculo que sintonizó con la nostalgia y el recuerdo. Para tal efecto, llamó al artista y creador, Miguel Issa a fin de que asumiese la concepción y puesta en escena de una propuesta que pudiese recrear para el público, el ayer con el presente. Issa, ducho en lides coreográficas y manejando el concepto de la dramaturgia del movimiento, apeló a los textos de Teresa de la Parra, Rafael Castillo Zapata, Fernando Garantón y Ángela Marrero para urdir un hermoso canto al mundo del cine.

Bajo el título de Lo que el cine nos dejó la danza, el teatro, la música se fusionaron para apelar a ese ayer cuando el cine marcó la niñez de muchos caraqueños. Puente transgeneracional que supo tocar no solo lo sensible sino hacer resonancia con esa espiritualidad que desde el séptimo arte en conjunción con la danza y lo teatral posibilitaron recuerdos, añoranzas, y ese significativo hito con imágenes que construyeron evocaciones en nuestros abuelos y padres.

Apoyado con la presencia artística de un nutrido como talentoso elenco y con el soporte de reconocidos diseñadores en iluminación, entrenamiento corporal, sonido, vídeo y vestuario con nombres como Darío Perdomo, Margarita Morales, Brayan Justiniano, Eduardo Arias y Daniel García más la presencia de Ricardo Pernía como productor asignado, la comunidad de San Agustín recibió este significativo regalo artístico y estético que, supo ganarse el caluroso aplauso de quienes allí vimos como el arte puede crear puentes para el gozo.

Teatro Danza lleno de brillo. Espectáculo que habla muy bien de quienes allí ofrecieron su entrega, su sudor y su talento. Propuesta que coloca en buena lid a un ente y a gente joven que con un liderazgo estético y una pertinente sapiencia artística como la de Miguel Issa, conformaron un evento que Caracas debe ver y disfrutar. El teatro Alameda se vistió de gala y Caracas espera porque este espectáculo gire para que haya orgullo y disfrute porque el arte es tiene un fin: hacernos entender que lo sensible tiene cabida.

TEATRO BOLÍVAR

La nueva gerencia que asume este espacio dentro del GDF, ha permitido programar producciones que merecen ser constatadas por su calidad y sintonia con las expectativas del público local. En tal sentido, el fin de semana se presentó la desopilante producción del grupo Afrodiartes, Cuentos Nocturnos. Un espectáculo musical soportado por textos de autoría nacional como Matiné de Gladys Prince, Infidely Chat de José Gabriel Núnez, Diestras y Siniestras de Rubén Léón y María Marín de Rubén Darío Gil. Texto con sabor y sentido de significación con lo nuestro, con eso que llamamos, el recuerdo cursi, las relaciones psico sexuales a través de medios cibernéticos, el valor del amor cuando se desecha lo comercial y un grito feminista que se alza contra la férula machista sin pisotear el amor.

Con una efectiva dirección dada a cuatro manos entre Verónica Arrellano y Rubén León, cuatro “monstruas” de la actuación como lo son las queridas y admiradas Claudia Nieto, Valentina Cabrera y Verónica Arellano con pocos elementos y mucho desparpajo, con esa habilidad de proyectarse desde el escenario y tocar al espectador para sacarle una saludable risa o un inciso reflexivo> Ellas hicieron gala que son unas de nuestras mejores actrices hoy por hoy. Cuentos Nocturnos tenía ese gancho que ganó la empatia de una sala rebosante y al salir, todos satisfechos. Afrodiartes contó con el apoyo de Jennifer Morales en la asistencia de dirección y la puntual iluminación de Rene Dal Farrar.

Dos espectáculos que me hacen decir que, ¡el buen teatro está en Caracas! Solo queda que usted amigo lector sea quien de su apoyo a ellos.