miércoles, 21 de octubre de 2015

NO TODO ES LO QUE PARECE

Dentro de algunas sociedades europeas, el universo industrial es altamente competitivo, por ende, el microcosmos que se genera entre quienes son los dueños, directivos y todo el conjunto de la masa laboral tiende a generar una complicada madeja hilada en apariencia, por la alta demanda de logros y cuyo objetivo es ser altamente competitivo a fin que tanto la empresa, la compañía, el emporio esté en lo más alto de las cifras negras del mercado. Pero, si se ingresa dentro de las entrañas del monstruo, uno intuye, entiende o sabe que las interrelaciones patrón / trabajador dibuja un paisaje nada halagüeño. Desde lo más hostil a lo más estresante, de la deshumanización de unos al comportamiento arribista de otros arman una cadena ser entendidos y supuestos que, en cualquier momento solo muestra la punta de un témpano en las gélidas aguas del mundo empresarial.

Por eso, no todo es lo que parece. Ver lo que unos aquilatan como deseo de un logro para otros, es la sencilla ecuación del desgaste de lo que se entiende como estabilidad laboral. Esto es apenas una de las caras de ese abigarrado mundo de los negocios, las estrategias de un mercado capitalista y los valores que hacen que una empresa sea o no, exitosa. Quizás, en el universo ibérico parte de estos supuestos pueden haber inspirado a uno de los autores jóvenes más relevantes que ha emergido en el quehacer español. Me refiero al Antonio Tavares (Canarias, 1973) quien ha sido expuesto desde hace unos días en los espacios de la Sala Plural bajo la correcta dirección de Javier Vidal. Un dramaturgo que ha pergeñado piezas como La sombra de don Alonso; Una hora en la vida de Stefan Zweig o Los mares habitados.

Acá Tavares ve escenificada una de sus más recientes piezas como lo es La punta del iceberg y que conlleva el subtítulo de No todo es lo que parece. Contando con la sumatoria de un notable grupo de artistas y diseñadores todos bajos la impronta de producción de Jota Creativa, con el apoyo de la Embajada de España a través de su Oficina Cultural y del Trasnocho Cultural esta pieza se está exhibiendo al público de esta ciudad.

Un trabajo atractivo porque no es que solo se tratará de ver una trama que se arma por una serie de suicidios y la consecuente indagación interna con objeto de averiguar las razones que generaron ese desajuste a lo que sería una exigente política de productividad sino, que el autor busca entrar con su aguzado bisturí a sacar las entrañas de estos monstruos corporativos que solo miden rendimiento bajo presiones y logros bajo planes despiadados.

Montaje que siendo honesto, dice más a la sociedad ibérica que a la sociedad que habitamos; claro está, las semejanzas no pueden obviarse. El trabajo de Vidal fue discreto, sin aspavientos, sobrio pero sin agudamente incisivo. Creo que el empleo de una ambientación más icónico y menos obvio se pudo lograr más fuerza en lo dramático. El todo descansó en las interpretaciones de la plantilla actoral integrada por Julie Restifo que estaba asimilando letra, buscando darle mayor fuerza interior y componer las densidades que el personaje ameritaba, Juan Carlos Gardié fuerte en los acentos, con una presencia insoslayable, dúctil en esa energía con sus compañeros de escena y regio en cuanto a potenciar fuerza orgánica, Gerardo Soto,templado y justo en el asumir ese antagonista que saber crear choque al personaje central, templado en sus matices y con despapajo escénico plausible Jan y Josette Vidal con altas y bajas en las compisiciones de sus papeles, a veces en bien colocados pero por momentos deslucidos, son jóvenes que tienen garra, sentido de la escena y que, con el pasar de las funciones se irán aplomando y Gonzalo Velutini que me resultó uno de los actores que captó lo que debía exponerse desde el inicio al final, no puedo dejar de decir que me halagó verle otros matices a su larga trayectoría como actor y eso, se agradece
. Ellos a pesar de las exigencias del estreno, articularon una atmósfera dramática esencial aunque se esperaba una mayor integración de ritmo e interiorización del texto. Pero, ¡así son los estrenos!