domingo, 11 de octubre de 2015

POR UN TEATRO FÉRTIL

Tanto en Caracas como en algunas capitales de estado cada cierto tiempo se verifica como la juventud teatral se organiza con el objetivo de hacerse sentir. En la actualidad, son jóvenes cuyas edades oscilan entre los diecisiete y treinta y cinco años. Un alto porcentaje de ellos, egresados de escuelas y talleres teatrales e incluso, actualmente cursando estudios escénicos o portando estudios universitarios. Todos aspirando algunos objetivos: hacer tablas, ganar un nicho donde concretar sus proyectos y seducir aun espectador por medio de su dinámico empuje creador y validar sus propuestas con la constancia de sus anhelos. Saben y entienden que no será una empresa fácil pero al igual que los jóvenes de otros décadas, están allí, dispuestos a acertar o equivocarse pero nunca con la cabeza baja sino con osado espíritu de querer insuflar con otra perspectiva, el hacer teatral de su tiempo.

Ser joven y ser un hombre o mujer de teatro novel u emergente no es algo fácil. Sobre lo primero está el signo de la inexperiencia. Sobre lo segundo, la falta de credibilidad sobre su accionar. Solo en la persistencia se puede abrir un brecha en la ya posicionada clase profesional que dinamiza el teatro sea en esta urbe como en el resto del país. Incluso, si la actual generación emergente no consigue el testigo que les permita ocupar el lugar que merecen, pues se organizan, bregan, discuten, formalizan, discurren y osan elevar proyectos aunque los mismos puedan ser los que dentro del argot popular se esgrime para decir que les pueden dar duro y por la cabeza.
En todo caso, el animo está allí y la energía se hace presente en su hacer. Y como siempre aparecen los proyectos y tras de estos, los esfuerzos. He ahí que hace cuestión de unos meses hemos oído y ahora verificado que una decena de jóvenes agrupaciones teatrales caracterizadas por tener menos de tres años de haberse consolidado han conformado uno de esos proyectos plataforma que busca expresar sus inquietudes y ganar de a poco, el interés del público. Me refiero a: Círculo Escénico.

Un esfuerzo que aglutinó en lo que está siendo su primera temporada con el apoyo de la Fundación Casa del Artista un serie de grupos y trabajos teatrales tanto para niños como adultos y que abrieron su telón el pasado 19 de septiembre y estarán hasta el venidero 25 de octubre en la Sala “Doris Wells. Entre ellos están: COECH Producciones con El Reino de Bambina, Deyva Teatro con Ya voy, estoy jugando, Alto Voltaje con su trabajo Rinoceronte, Teatro Talego y su propuesta !No hay quien rece!; Producciones Onix con El viaje la tortuga; Teatro Clack y su propuesta Kassandra. Desencuentro sin razón; Teatro Peyé con su producción El Otro yo, Teatro del Transeúnte con su trabajo La Tercera, Siki Group con el montaje Noche de Soltero.

Para ser justos, lo cabría entrar en una crítica sobre algunas de las propuestas vistas debido a lo corto de un espacio que solo aspira, ofrecer al lector ese exhorto para que sean justo juez y comedido analista que con su presencia, aplauso y ¿por qué no?, con la capacidad de reflexionar conjuntamente con cada uno de ellos, las razones y anhelos que enarbola juventud cuyo eslogan es más que un emblema sino un grito: “Por un teatro fértil”. El papel del crítico tiene que estar a su lado, en las buenas como en las malas. Son gente joven que merece todo nuestro apoyo.